En el Orfeón Jacetano siempre estamos haciendo cosas nuevas. Esta vez nos convertimos en monjes. En la actuación del viernes de Jaca: Reino y Leyenda, pusimos habitos negros y escondidos debajo de las capuchas, hicimos un desfile por todo el casco viejo de Jaca hasta la catedral.
Allí fuimos a la sillería y sentados, encapuchados tuvimos que esperar.
Los actores hicieron sus discursos y declamaciones y luego nos pusimos en pie, quitamos las capuchas para cantar. El público irrumpió en aplausos.
Nos gusta formar parte de las celebraciones de Jaca.
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